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Entrevista a Oscar Vázquez sobre el caso Esperanza
Por Hugo Urizar 

Cleveland, OH – Oscar Vázquez fue presidente de la junta directiva de Esperanza durante un año antes de la actual presidenta Felicia Soto. Con anterioridad, él fue miembro de la junta directiva antes de tomar la presidencia después de la renuncia de Miguel Torres. Cuando comenzó como miembro de la junta directiva, Esperanza estaba sobreviviendo gracias a los esfuerzos de Bárbara Esperón quien prácticamente salvó a la agencia de su extinción.
El estilo administrativo de Oscar Vázquez conjuntamente con su enfoque profesional en su relación con la CEO de Esperanza Bárbara Esperón impulsaron a la agencia a otro nivel. Esperanza estaba organizada, estructurada y estaba consiguiendo fondos para cumplir su misión. Una combinación perfecta entre un presidente con mente abierta y profesional y una CEO con excelentes habilidades gerenciales, honesta y dispuesta a dedicarle muchas hora a la agencia.
Desafortunadamente, UPS decidió transferir a Oscar Vázquez a la Florida y consiguientemente él tuvo que renunciar a su posición de presidente de la junta directiva de Esperanza.
Lo que sigue es una entrevista exclusiva con Oscar Vázquez.

¿Cuánto tiempo estuvo como Presidente de la Junta Directiva de Esperanza y cómo era su relación profesional con la CEO Bárbara Esperón durante su presidencia?

  1. Vázquez: Estuve en la junta directiva de Esperanza aproximadamente tres años. Durante ese tiempo trabajé muy de cerca con Bárbara especialmente en los esfuerzos que se hicieron para mudar a la agencia a un nuevo local. Después de la inesperada renuncia del entonces presidente de la junta directiva Miguel Torres, tomé la posición de presidente por aproximadamente un año. Durante ese período, my relación con Bárbara fue a nivel profesional. Me tomé la oportunidad para entrenarla y para darle consejos sobre diferentes aspectos de la agencia. Mi envolvimiento incluía el atender las reuniones que ella tenía con los empleados, participar en charlas anteriores a las reuniones, en planeamientos de capacitación del personal y sucesión.

 

Cuéntenos lo que usted se acuerda de aquellos momentos difíciles en Esperanza, de transición, de falta de fondos, de carencia de liderazgo, etc. Píntenos una pequeña historia, si le parece.

Vázquez: Cuando entré a formar parte de la junta directiva de Esperanza, el funcionamiento de la agencia recargaba totalmente en los hombros de Bárbara Esperón. Recuerdo aun mi primera reunión en el sótano del Centro de Jóvenes. En esa reunión conocí a varias personas muy buenas, pero que carecían del conocimiento empresarial necesario para llevar a la agencia a otro nivel. Decidí hacerme miembro de la junta directiva respondiendo principalmente a los esfuerzos de reclutamiento y dedicación demostrados por Bárbara. Nuestra primera tarea fue la capacitación de la Junta Directiva de Esperanza por un año a través de un programa de desarrollo impulsado por la Facultad de Planificación Urbana de Cleveland State University. En esas sesiones sentamos las bases para alcanzar dos objetivos esenciales. Primero, reclutar y capacitar una junta directiva más participativa y activa. Segundo, mudar las operaciones de la agencia a un lugar que satisfaga las necesidades inmediatas y futuras de la agencia. Durante mis tres años en Esperanza nos propusimos a hacer muchas cosas y creo que hemos conseguido hacer mucho; principalmente, gracias a mi flexibilidad profesional y a la dedicación de Bárbara. Éramos Bárbara y yo los que solucionábamos los problemas que se presentaban.

¿Si Bárbara Esperón estaba haciendo un buen trabajo como CEO de Esperanza, la junta directiva consideró aumentarle el salario y/o darle incentivos? Si lo consideró, por favor explíquelo.

Vázquez: La junta directiva fracasó totalmente en relación al tema del aumento de salario y contrato de trabajo de Bárbara. Asumo responsabilidad sobre ese fracaso. Creo que tomamos por hecho de que la dedicación y el sincero cariño de Bárbara por la agencia la mantendrían allí por el tiempo necesario. De tanto en tanto, Bárbara nos recordaba que ella estaba desempeñándose sin la protección de un contrato de trabajo. Cada vez que nos lo recordaba, sacábamos el borrador del contrato y lo revisábamos y siempre terminábamos archivándolo y pasábamos a discutir otros asuntos. Como presidente de la junta directiva mi enfoque principal fue siempre el proceso de sucesión del personal. Parte de ese proceso era la contratación y entrenamiento de una persona que sería la asistente de Bárbara para proteger a la agencia en caso de vacancia en la posición de CEO. Antes de que yo dejara la agencia, entrevistamos a varias personas para la posición de asistente al director. Bárbara apoyó el proceso y estaba de acuerdo de que el proceso de sucesión era algo esencial (para la agencia) y ella misma entendía que no estaría en la agencia para siempre.  El problema era mantener al personal calificado que pudiera cumplir con las necesidades de la agencia. El tópico del salario, las bonificaciones y el contrato de Bárbara fueron siempre discutidos en el comité ejecutivo, pero nunca se tomó acción alguna. Siempre me preocupó la cantidad de horas que Bárbara trabajaba por la agencia por un salario bajo y sin encontrar la oportunidad de tomarse tiempo libre de la agencia. Felicia Soto y yo discutimos ese tópico varias veces y decidimos que teníamos que procurar que Bárbara tomara tiempo libre del trabajo. Tuvimos éxito sólo parcialmente en ello. Mi intención como presidente de la junta directiva era negociar un contrato con Bárbara que fuera en beneficio de la agencia y de Bárbara. Desafortunadamente no lo conseguí. Siempre pensé que Bárbara era una administradora organizada y competente y mi intención era que el nuevo contrato reflejara sus logros y que fuera compensada por su trabajo y por las muchas horas extras que ha dedicado a la agencia.
 

  1. ¿Sabía usted que Bárbara estaba haciendo copias de los archivos de Esperanza durante su presidencia, y en su opinión, cree usted que es ilegal que un CEO haga copias de los archivos o es eso un procedimiento común?

Vázquez: En varias oportunidades, cuando revisaba la documentación financiera de la agencia, me pregunté y me preocupé pensando en la posibilidad de una pérdida catastrófica o robo de los datos de la agencia. La primera vez que discutí este tema con Bárbara fue durante una conversación previa a una reunión formal donde le expresé mi preocupación sobre el fácil acceso (que tiene la gente) a nuestras instalaciones. Le hice saber a Bárbara de mi preocupación y ella me sugirió que Edwin podría hacer las copias de los archivos periódicamente. Le expresé la necesidad de mantener las copias en otro lugar y ella (Bárbara) ofreció el local de su vivienda. Pensé en ese momento que eso era una buena idea ya que ella tenía acceso a los datos de todas maneras, y en ese momento Bárbara era Esperanza. Aunque quizás haya habido una mejor alternativa en el control de los datos en ese momento, nunca creí ni lo creo ahora que había o habría ningún tipo de conflicto con esa solución. Hemos discutido (en la junta directiva) varias alternativas para asegurar los datos de la agencia, pero ninguna de esas conversaciones fue implementada. Sabiendo que Bárbara asumía el papel de directora, contralor, directora de desarrollo, directora de programación, etc., no me pareció que fuera un conflicto el que ella hiciera copias de los archivos y los guardara en un lugar seguro. Si hubiese habido malversación de fondos, la situación podría ser diferente. El solo hecho de hacer copias de los archivos y guardarlos sin haberlos usado erróneamente debe ser considerado como un procedimiento normal.

¿Qué sabe usted sobre la actual situación entre la Junta Directiva de Esperanza y el despido de Bárbara Esperón? ¿Cómo se siente usted al respecto?

 Vázquez: La vida me ha enseñado que hay siempre varios lados de una misma historia. He hablado con Bárbara, Felicia y Al López sobre este asunto. La información que tengo es de segunda mano. Mi opinión es que Bárbara padece de algo que yo traté de trabajar con ella durante mis años allí. Bárbara es una persona que demanda mucho y que espera perfección de la gente que trabaja para ella. En muchos casos, demanda lo mismo de la junta directiva. Para aquellos que no hayan madurado completamente en su estado profesional y en su posición social, eso (la actitud perfeccionista de Bárbara) puede ser un problema. Para mí en particular y para otras personas envueltas con Esperanza, la actitud de Bárbara era algo positivo y no la veíamos como una amenaza. Especialmente, la gente que trabajaba para ella se quejaba a los miembros de la junta directiva. Frecuentemente, los miembros de la junta directiva salían a favor del personal destruyendo insidiosamente la autoridad de Bárbara sin entender las circunstancias en su totalidad. En mi opinión, eso finalmente acarrearía conflictos entre Bárbara, el personal y la junta directiva. Sospecho que lo que está pasando actualmente en la agencia tiene sus raíces en esos conflictos. Creo que nuestro esfuerzo a través de los años hizo que la junta directiva se sintiera en situación de poder, con una buena entrada de dinero, un buen local desde donde operar y con alguien que pudiera suplantar a Bárbara no vieron la necesidad de negociar un buen contrato. No estoy contento con la situación ya que la junta directiva actual permitió que se genere una circunstancia donde nadie sale ganando. El plan a largo plazo era posicionar a la agencia en un punto desde donde se podría llevar a cabo una transición de poder de manera amigable y en beneficio tanto de la agencia como de Bárbara. Lo que sé en este momento de la situación actual es que tanto la agencia como Bárbara saldrán perjudicados.
Esto no tiene nada que ver con la copia de archivos. Esto se debe a un conflicto de personalidades. Sabíamos que se necesitaba una transición (un cambio). Desgraciadamente, la transición que se está llevando a cabo no está siendo ejecutada de una manera profesional.

 























































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