Esta palabra, registrada en el castellano desde el siglo XIII con la grafía esgremir, proviene de la antigua lengua provenzal de Oc en la cual escremir significaba ‘jugar con un arma blanca para defenderse o para atacar’. Esgrimir ya tenía su forma actual en el siglo XVI, como vemos en este trecho del Espistolario, de Juan Ginés de Sepúlveda, escrito en 1532: Me desagrada profundamente el que, como me dices en tu carta, haya tipos tan desaprensivos que no duden en esgrimir contra ti las armas de la envidia y la calumnia. La palabra provenzal se derivaba de skermjan, en la lengua de los francos --los bárbaros germánicos que conquistaron la Galia-- y estaba vinculada con el alemán antiguo schirmen.
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