Enfermedad mental que se caracteriza por la aparición de ideas fijas, frecuentemente absurdas o ajenas a la realidad, basadas en hechos falsos, junto a una personalidad bien conservada, que no ha perdido la conciencia ni padece alucinaciones. Según el punto de vista del psicoanálisis, el paranoico cree que lo persiguen porque atribuye a los demás —proyecta en ellos— su propia agresividad. En la esquizofrenia paranoide, el paciente suele vivir delirios en los que se ve a sí mismo como algún gran personaje histórico o recibe mensajes de alguno de ellos. Este delirio se llama megalomanía o manía de grandeza.
Los griegos llamaban a los enfermos mentales en general paranous, palabra formada por pará ‘fuera de’ y nous ‘mente’, pero en español es voz del siglo xx, utilizada con precisión para un grupo específico de dolencias mentales con las características descritas en el párrafo anterior.
La definición del diccionario de la Academia española parece, por tanto, demasiado limitada: ‘Perturbación mental fijada en una idea o en un orden de ideas’ que, según el psiquiatra francés Henri Ey, corresponde más bien al trastorno clasificado como ‘psicosis delirante crónica’.
Veamos el siguiente texto del diario madrileño El Mundo sobre el cineasta británico Mike Leigh (25/5/1996).
Se ofende también con gran facilidad y puede llegar a mostrarse muy abrasivo sin un motivo que lo justifique. Se muestra paranoico con respecto a la prensa británica, tras haber sido atacado por varios periodistas (mujeres casi siempre), que consideran que en su obra retrata a las mujeres de forma muy poco comprensiva, si bien es mucho más cariñoso con los periodistas extranjeros.
La cita anterior muestra el significado más común de paranoico en el lenguaje cotidiano: alguien que se siente perseguido o atacado sin causa que lo justifique.
|