La palabra quijote se usaba en España por lo menos dos siglos antes de que naciera Cervantes, bajo la forma quixote, la misma empleada en la obra de Cervantes. En efecto, ya aparece registrada en 1335 como nombre de una ‘pieza del arnés destinada a cubrir el muslo’.
La voz parece provenir del antiguo cuxot y este, del catalán cuixot, con el mismo significado, derivado de cuixa ‘muslo’, que se formó a partir del latín coxa ‘muslo’ y sufrió el influjo de quijada.
Era un elemento de protección en la lucha, como se desprende de este texto de Gonzalo Fernández de Oviedo (1535):
E el don Alonso diole tal encuentro que pasó al françés la coraça e le metió la lança por el cuerpo, e antes que llegase a su escuadrón cayó muerto del cauallo. Auiendo encontrado a don Alonso por el muslo e pasádole el quixote e la pierna de parte a parte, e metídole al cauallo por la barriga tanta parte de la lança que quedó con el asta cosido el don Alonso con su cauallo, de tal manera que como boluió e se rrecogió con los nuestros fue nesçessario para le apear del cauallo aserrar la lança presto, e así se hizo.
El quijote era una prenda propia de caballeros andantes, por lo que Cervantes recurrió a ella cuando tuvo que dar un nombre de guerra a su héroe Alonso Quijano.
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