Como todas las artes, la poesía es tan difícil de definir como los sentimientos que evoca, por lo que las siete acepciones que propone el diccionario de la Academia parecen insuficientes para dar una noción clara. "Poesía eres tú", escribía Gustavo Adolfo Bécquer, en una tentativa más subjetiva de explicarla y, por tanto, más poética.
Contribuyen a esta confusión las mutaciones que ha sufrido a lo largo de la historia el propio concepto de creación poética, como podemos observar desde los tiempos de la palabra griega poiesis, derivada de un término tan genérico como poiein 'hacer'.
En efecto, para Aristóteles, toda creación intelectual era poiesis, por oposición a praksis, que era la acción. Para Heródoto, era el arte de componer obras poéticas, y Platón decía que las dos artes poéticas eran la tragedia y la comedia.
En la civilización griega, la poiesis se expresaba en poiema 'poemas', que podían ser epos 'épicos' o melos 'líricos'. De estas palabras griegas se derivaron otras latinas, tales como poesis 'poesía', poeta 'poeta', poetria 'poetisa', poética o poeticés 'obra poética'.
En francés, poète se registraba ya en 1155. En español, el primer gran poema épico es el Cantar de Mio Cid, pero la palabra poesía no aparece documentada hasta el siglo XIII, cuando fue usada en el libro anónimo Los siete sabios de Roma:
Y en aquel tiempo estava en Roma maestre Virgilio que a todos los maestros en el arte de dezir en poesía e nigromancia e otras sciencias sobrepujava.
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