La religión islámica prohíbe la representación de imágenes. Por esa razón, los árabes desarrollaron un arte geométrico de líneas estilizadas que, a veces, evocan motivos de plantas o, raramente, de animales.
Este arte de formas geométricas refleja una cosmovisión propia del mundo islámico, pues lo constituyen motivos en los que la repetición simboliza la naturaleza infinita y desprovista de centro de la naturaleza.
El italiano fue la primera lengua en la que apareció la palabra arabesco, derivada de arabo ‘árabe’, para designar el arte musulmán. El vocablo italiano aparece incorporado por primera vez al castellano hacia 1567. Tenemos un ejemplo de la palabra en este texto anónimo de 1599, hallado en un monasterio de Zaragoza, sobre un encargo hecho a unos pintores:
Ittem se an de reparar los jaspes de unos sotovancos que ay en el retablo mayor, y así mesmo dar de mexor açul unas añadienças que tienen los tableros del retablo y sobre él açer un arabesco de otro color.
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