La creencia en la magia y en las propiedades mágicas de algunos objetos es una de las convicciones más antiguas del hombre, desde las comunidades primitivas hasta las modernas sociedades de nuestros días.
El origen de la palabra talismán se conoce desde los antiguos griegos, aunque los objetos a los que se atribuían propiedades mágicas adquiridas en rituales religiosos son muy anteriores. En la civilización helénica clásica, estos objetos eran conocidos como télesma 'objeto consagrado', y en griego medieval, como telesmon, con el mismo significado: palabras formadas a partir del verbo telein 'cumplir un ritual', 'consagrar'.
Sin embargo, talismán, registrada por primera vez en el diccionario académico de 1739, no nos llegó directamente del griego sino del persa tilism y su plural tilismat, a través del francés, lengua en la cual se usaba por lo menos desde 1637.
|