La raíz prehistórica indoeuropea gena- se refería al acto de dar a luz un niño, con derivados que aludían a aspectos y resultados de la procreación, así como a lo referente a grupos familiares y tribales.
Por ejemplo la forma sufijada gena-es llevó a la formación de vocablos que llegaron al español como generar, generación, congénere, degenerado,, tras pasar por el latín genus etc.
Los romanos crearon la palabra generosus, para aludir a los 'nacidos de cuna ilustre', los nobles. El adjetivo se aplicaba también a los animales de buena raza.
Surgió luego el sustantivo generositas que se refería a cualidadades como la nobleza, la buena calidad de personas de clase alta, así como también cosas como el vino o la madera de ciertos árboles.
Una de las virtudes que se atribuían a los nobles en Roma era lo que hoy llamamos generosidad, consistente en dar a los demás, de ayudar a los necesitados sin esperar nada en cambio.
Cervantes parece dar a la palabra la denotación de 'nobleza', de 'buen linaje' en el Quijote, capítulo XXXII, cuando le hace decir al hidalgo:
Si me tuvieran por tonto los caballeros, los magníficos, los generosos, los altamente nacidos, tuviéralo por afrenta inreparable; pero de que me tengan por sandio los estudiantes, que nunca entraron ni pisaron las sendas de la caballería, no se me da un ardite: caballero soy y caballero he de morir si place al Altísimo.
|