Los griegos llamaban kharaktein al acto de imprimir una marca --kharakter-- con un hierro candente en el ganado. Kharakter se llamó también el propio hierro de marcar. La palabra pasó con el mismo significado al latín como character, -eris, pero Cicerón le dio, además, el sentido de ‘estilo literario’, ‘modo de composición’, y los gramáticos Servio y Diomedes la usaron para denotar ‘la forma de un poema’. Con la invención de la imprenta, se dio el nombre de caracteres a las marcas impresas en el papel por los ‘tipos’ (ver fuente*). En la evolución histórica de la palabra en nuestra lengua, este significado se mantuvo en el nombre de las letras que estampan las modernas impresoras, mientras que el ‘estilo literario’ de Cicerón se convirtió, según el drae, en “conjunto de cualidades o circunstancias propias de una cosa, de una persona o de una colectividad que las distingue, por su modo de ser u obrar, de las demás”.
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