Proviene del verbo latino supplicare, del mismo significado. Sin embargo, supplicare se formó mediante el prefijo sub- antepuesto al verbo plicare plegar, doblar, o sea que supplicare significó, etimológicamente, 'doblarse hacia abajo' en el sentido de prosternarse.
Por ser palabra que nos llegó en forma directa del bajo latín peninsular, se usó desde muy temprano en nuestra lengua, como muestra este fragmento de Historia troyana, un libro del escritor medieval italiano Guido delle Colonne, traducido al castellano en el siglo XIII:
Aqui pongamos silencio ala pluma muy magnifico señor humilmente suplicando vuestra señoria que si enlo por mi escripto algunos defectos hallare como no dudo los mande corregir y emendar atribuendo la culpa [...].
|