Término muy usado en libros sobre etimología, puesto que las palabras están en cambio permanente y se ‘derivan’ unas de otras, o sea, su significado ‘se desvía’ hacia un nuevo cauce. Derivar proviene del latín derivare, verbo formado a partir de rivus ‘arroyo’, que significa, precisamente, ‘desviar las aguas de su cauce’, ‘darles otra dirección’. Es necesario tener en cuenta que cuando derivar se usa en el sentido de andar a la deriva, es decir, ‘ser llevado por la corriente’, se trata de otra palabra, tomada del francés deriver, y ésta, del inglés to drive.
|