Helen Porter Mitchell fue una soprano australiana, la más famosa de fines del siglo XIX y comienzos del XX. Nacida en una familia de músicos en un suburbio de Melbourne en 1861, se destacó desde sus tiempos de colegial por su talento para el canto. Tras casarse con un baronet, Charles Nisbett Frederick Armstrong, se la conoció durante algún tiempo como Hellen Armstrong, pero el matrimonio duró apenas dos años, al cabo de los cuales ella viajó a Europa para iniciar su carrera profesional. Muy pronto adquirió mucha fama y fue admirada hasta por Enrico Caruso, pero se granjeó el odio de mucha gente por su arrogancia. En esa época empezó a usar el nombre de Nellie Melba, Melba en recuerdo de su ciudad natal, y Nellie, vaya uno a saber por qué. En 1892, el jefe de cocina del londinense Hotel Savoy, el francés Auguste Escoffier, enterado de que a Nellie Melba le gustaban los helados, le preparó uno muy especial, ideado de forma tal que no fuera tan frío como para afectar sus cuerdas vocales. El helado de Escoffier se conoce hasta hoy en todo el mundo como copa Melba, mientras pocos recuerdan a la gran soprano que lo inspiró.
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