Tres significados tiene esta palabra en nuestra lengua: a) cualquier signo que se coloque sobre las letras para modificarlas, tales como la virgulilla que ponemos sobre la eñe, el acento agudo del español, el grave de los franceses y el circunflejo que, a modo de sombrerito, se pone sobre algunas vocales en francés y en portugués.
Entran también en esta acepción la diéresis sobre la ü, que compartimos con el portugués y el alemán, entre otros idiomas; la que en muchas lenguas europeas se pone sobre la ö y la ä, y la cedilla, que, al menos en francés y en portugués, se escribe debajo de la c; b) también significa 'cosa de poca importancia, bagatela', y c) se usó en una época con el sentido de 'tacha' o 'mancha denigrante', aunque este significado ya se ha perdido.En los seis países de habla portuguesa, la virgulilla que se pone sobre la a y sobre la o, como en não, se llama til.
Este nombre genérico tilde que se aplica a tantos signos ortográficos proviene del latín titulus, que en la lengua de los césares tanto podía significar 'rótulo' como 'anuncio' o 'etiqueta'. Corominas afirma que tilde surge en el romance peninsular como un duplicado semipopular de título, aunque no explica de forma precisa qué significa "semipopular" con referencia a esa época en que la escritura era patrimonio de muy pocos. Sin embargo, ya en 1433, Enrique de Villena señalaba que se pronunciaba la n e tilde [o sea, la eñe], firiendo muelmente en los dientes medio cerrados.
La forma catalana medieval title tilde se repite en el inglés title 'título', pero en occitano antiguo aparecieron tille y tile, de donde se derivó el portugués til.
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