El testículo es un pequeño testigo de la virilidad de un hombre. No es raro (y nunca lo fue desde la más remota Antigüedad) que los padres muestren a sus amigos los testículos de sus bebés, como prueba de la condición viril de sus herederos varones. En latín, testiculos es un diminutivo de testis ‘testigo’. Curiosamente, a pesar de que los testículos son dos, la palabra testis deriva del prefijo indoeuropeo tris- (tres), que alude a la presencia del testigo como un tercero. Ver también testigo.
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