A lo largo de la historia, hubo diversas iniciativas para crear obras que reunieran todo el conocimiento humano alcanzado hasta el momento de su ejecución.
Aristóteles, entre los griegos, y Varrón en Roma produjeron algunas que pueden ser consideradas de carácter enciclopédico, así como la Historia natural, de Plinio el Viejo. En la Edad Media también se registraron trabajos del mismo tipo, como los Veinte libros de los orígenes, de Isidoro de Sevilla.
Sin embargo, la primera obra de verdadero carácter enciclopédico fue la Enciclopedia francesa, que publicaron en Francia Denis Diderot y Jean le Rond D’Alembert entre 1751 y 1766, formada por veintiocho volúmenes, once de ellos de ilustraciones, más un suplemento de cinco tomos en 1777. Además de los mencionados, participaron en la obra algunos de los principales ideólogos de la Revolución francesa, tales como Montesquieu, Rousseau, Voltaire, Quesney y Lamarck, entre otros.
La palabra enciclopedia se formó a partir del latín medieval encyclopaedia 'curso de educación general', vocablo construido a partir del griego en- 'sobre', 'acerca de', kyklos 'círculo', 'ciclo' y paideía 'educación', 'instrucción'.
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