La vinculación de la idea de la muerte con la del pago de una deuda está presente en más de una palabra de nuestra lengua, como podemos ver en la entrada bono. Otra de esas palabras es difunto, que proviene del latín defunctus, formada por el prefijo de- más functus, participio pasivo del verbo fungi ‘cumplir’, ‘acabar’, ‘pagar una deuda’. El significado originario de defunctus no estaba vinculado con la idea de la muerte, sino que se aplicaba, como adjetivo, a la persona que había saldado alguna cuenta o cumplido con alguna obligación. En el latín tardío, la Iglesia católica utilizó este término como eufemismo* para ‘muerto’.
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