La palabra proviene del griego μετέωρος (metéoros) ‘elevado’, formado por el prefijo μετα- (meta-) ‘más allá’ y αείρειν (aeírein) ‘levantar, elevar’.
En el Tesoro de Covarrubias (1611), meteoros figura como nombre de la meteorología, mientras que en el Tesoro de las dos lenguas, española y francesa, de César Oudin (1607), meteoro se define como vapeur qui s’esleve en l’air dont se forment les nües ‘vapor que se eleva en el aire, del cual se forman las nubes’. de mono’; el mismo significado que en alemán, Klammeraffe; en sueco, snabel o kanelbulle ‘trompa de elefante’, y en otros países europeos, se llama pretzel.
|