Técnica de escribir con una clave secreta, sin la cual no sería ser posible leer el texto criptografiado.
Desde la invención de la escritura, las civilizaciones más antiguas idearon técnicas para enviar mensajes durante las guerras, que permitieran que, si el mensajero era capturado por el enemigo, la información que llevaba consigo no corriera peligro.
Uno de los métodos de criptografía más antiguos fue descrito por el historiador griego Polibio, del siglo II a. C.: un método de sustitución de letras en una tabla; quien no contara con esta tabla, que sería la clave criptográfica, no lograría leer el texto. Diferentes sistemas se desarrollaron en diversas guerras desde el Renacimiento hasta las dos guerras mundiales del siglo XX.
La criptografía adquirió una enorme importancia con el advenimiento de la informática y de los sistemas bancarios computarizados que exigen altos estándares de seguridad.
La palabra criptografía se formó a partir de las voces griegas κρυπτικός (kryptikós) ‘oculto’ y el elemento compositivo -γραφία (-graphía), derivado del verbo γράφειν (gráphein) ‘escribir’.
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