Es el documento en el que figura la genealogía de un animal. Si uno quiere adquirir un perro de raza, el pedigrí es condición indispensable para tener certeza del origen del animal. En el caso de los canes --como en el de los gatos y caballos--, las asociaciones locales de criadores emiten este documento reconocido internacionalmente en el que figuran la genealogía del animal hasta la tercera generación y los premios, si los hubiera, de cada uno de sus antepasados. Este control es hoy más riguroso que en los primeros tiempos, cuando los criadores ingleses de caballos usaban un método mucho más primitivo: se limitaban a marcar en el animal tres segmentos de recta, alineados de tal forma que parecían las patas de una grulla. Por esa razón los franceses lo llamaron pied de grue ‘pata de grulla’. ¿Puede imaginar a un inglés intentando pronunciar pied de grue? Bueno, pues los ingleses adaptaron la palabra a su lengua como pedigree, que en español se convirtió en pedigrí.
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