Es un discurso de elogio a una persona a la que se homenajea por alguna razón, a veces a un artista que ha sido premiado, a un político a quien se desea ensalzar: a una persona que acaba de fallecer, a un académico o científico que ha sido galardonado, etc. En la Edad Media, los panegíricos eran referidos a santos y mártires. En ese sentido, en la Alta Edad Media la literatura hispanolatina contó con ilustres panegiristas, como el papa san Dámaso.
En nuestra lengua, panegírico puede ser también adjetivo, con el significado de "con características de panegírico. Un ejemplo que no va dirigido a ningún país específico: La prensa panegírica defiende al gobierno y oculta las irregularidades cometidas.
En la antigua Grecia, el ρανήγυρις (panégyris) era la reunión de todo el pueblo en una fiesta pública en la que se recitaban poemas de elogio de algún dios, realizada con mayor frecuencia frente a su santuario. Se trataba de textos altamente encomiásticos con los cuales la muchedumbre se enardecía en homenaje al dios o, a veces, de algún político destacado, como ocurrió con el tirano Pisístrato y sus hijos Hipias e Hiparco en el siglo VI antes de nuestra era.
Panégyris se formó mediante el prefijo pan- ‘todo’ y άγορά (ágora) ‘reunión’, ‘plaza pública’ ‘discurso’.
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