Asclepio --Esculapio para los latinos--, dios de la medicina, hijo de Apolo, tuvo dos hijas a las que enseñó su arte: Higia (v. higiene*) y Panacea. El nombre de esta última se formó con la partícula compositiva pan- ‘todo’ y akos ‘remedio’, en alusión a que Panacea era capaz de curar todas las enfermedades. La tradición médica hizo que los nombres de Panacea, de su hermana, de su padre y de su abuelo Apolo figurasen hasta hace muy pocos años en el juramento de Hipócrates, formulado por los médicos en el momento de su graduación:
Juro por Apolo médico y por Asclepio y por Higia y por Panacea y todos los dioses y diosas, poniéndoles por testigos, que cumpliré, según mi capacidad y mi criterio, este juramento [...].
Data del siglo V a. de C. y comenzó a dejarse de lado hacia mediados del siglo XX porque muchos médicos consideraron que no tenía sentido formular un juramento en el que se evoca a los dioses griegos. En un Congreso de la Asociación Médica Mundial en 1948, se estableció un juramento alternativo, conocido como Declaración de Ginebra, que está siendo adoptado por un número creciente de países.
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