Esta voz proviene del latín tempus, temporis y fue empleada en castellano en su forma actual en documentos del siglo XII, como en este texto medieval del Fuero de Soria (1196):
Sj el mançebo o la mançeba que entrare asoldada por seruir o ffazer lauor alguna por tiempo sennalado, si se partiere de su sennor ante del tiempo complido, peche la soldada del tiempo passado, si por culpa del sennor non se partio del o por enfermedat luenga.
Por la misma época surgió el derivado temprano, formado a partir de temporanus, un adjetivo que en latín vulgar se aplicaba a 'aquello que se hace a tiempo'. Un cultismo de la misma familia es tempestad, construida a partir del latín tempestatis, del mismo significado; otro, con el prefijo con-, es contemporáneo. También pertenece a esta familia de palabras temporada, 'período que se repite en forma estacional'.
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