Para los latinos, el verbo orior, orieris significaba ‘nacer’ y se aplicaba tanto a personas como a animales o a cosas, según el uso que le daban Cicerón y Ovidio. Horacio fue quien empleó este verbo para referirse a la salida del sol, vista como un nacimiento. El participio presente de este verbo --oriens, orientis ‘nacer, naciente’-- fue utilizado para denominar la región poco conocida situada al este, porque estaba del lado de donde sale el sol. Plinio llamó oriens hibernus y oriens æstivus al comienzo del invierno y del verano, respectivamente. Horacio llegó a usar el adjetivo oriental para referirse al punto cardinal Este, pero fue sólo algunos siglos más tarde que Justiniano acuñó el vocablo orientalis para referirse a los países asiáticos. Actualmente, se utilizan las expresiones Medio Oriente o Cercano Oriente para denominar la región de Asia Menor donde están situados Israel, la nación Palestina, el Líbano, Siria y Jordania. Un caso curioso es el del Uruguay, que hasta 1828 fue parte de la Argentina con el nombre de Provincia Oriental. Al tornarse independiente, adoptó el de República Oriental del Uruguay, por estar al este del río Uruguay, y sus habitantes se llaman uruguayos u ‘orientales’.
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