En los jardines turcos, algunos años después de la toma de Constantinopla (1453), era común la instalación de glorietas o de pequeñas casitas de recreo, llamadas kyösk o kusk, un nombre tomado del persa. El rey Estanislao de Polonia adoptó estos pabellones de jardín en el siglo XIX y pronto se extendieron por Europa. En Italia esta construcción se conoció como chiosco, en Inglaterra, como kiosk y en Francia, como quiosque, palabra que fue recogida en nuestra lengua y traducida como quiosco o kiosco. Kiosk aparece en inglés ya desde 1625 y quiosque, en francés desde 1654, pero sólo fue registrada en el Diccionario de la Academia en 1884.
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