Vocablo derivado del griego sperma ‘semilla’, que dio lugar al latín sperma, spermatis. A partir de esperma se formó espermatozoide, palabra compuesta por la voz latina, seguida por el griego zoon ‘animal’ y la partícula oide ‘que se parece a’, o sea, ‘semilla que se parece a un animal’. Por supuesto, espermatozoide sólo aparece después de la invención del microscopio, que permitió ver por primera vez estas células, cuya existencia se ignoraba. Ésa es la razón por la que no se registra ningún caso antes de la segunda mitad del siglo XIX.
|