La gripe era la más común de las enfermedades virales antes de la aparición del coronavirus y, aunque algunas de sus cepas pueden resultar mortales, se la considera una dolencia benigna, causada por el virus de la influenza. En algunos países de América, se usa la forma gripa¸ aunque también es conocida como influenza.
Entre sus síntomas más frecuentes, se destacan la fiebre, tos, dolor de garganta, congestión nasal, sensación de cansancio y dolores musculares.
La palabra está registrada desde 1897 en nuestra lengua, a la cual llegó procedente del francés grippe, del verbo gripper ’tomar’, ‘asir’, ‘coger’ y este, del franco grîpan, que proviene, a su vez, del germánico greifen. En el siglo XVIII, la grippe era definida en publicaciones francesas como una ‘enfermedad que se apodera de uno bruscamente’.
En español, la palabra gripe aparece solo en el siglo XIX, como en este texto de José María de Pereda, escrito en 1870:
No hay contusión, descalabro ni tizne que su cuerpo no conociera prácticamente; pero jamás en él hicieron mella el sarampión, la alfombrilla, la gripe, la escarlata ni cuantas plagas afligen a la culta infantil humanidad.
En el momento de escribir estas líneas (abril de 2022), los epidemiólogos consideran probable que la covid-19 permanezca de aquí en adelante como una dolencia endémica, tal como la gripe
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