Los políticos suelen recurrir con frecuencia a la expresión salir de Guatemala para caer en Guatepeor, con el significado de salir de una situación que ya no es muy buena para caer en otra peor aún. La frase es injusta con el país centroamericano, que no sólo es mejor que la imaginaria Guatepeor --como en el propio dicho se admite--, sino que es, además, un país de enorme belleza natural, clima tropical cálido y costas bañadas por el Pacífico y el Caribe, con un pueblo cálido y acogedor. En el nombre del país no hay ningún mal, como el dicho insinúa: se lo dieron los conquistadores al españolizar la expresión náhuatl Quauhtemallan, que en esa lengua hablada por los aztecas significa “territorio muy arbolado”. En efecto, Guatemala es tierra de grandes bosques, cuna de la civilización maya, una cultura americana que se destacó por sus vastos conocimientos de astronomía. En México y en Centroamérica, aún hoy hablan el náhuatl un millón y medio de personas, la gran mayoría de las cuales también emplea el español.
|