Al comienzo, esta variedad de naranja se cultivó en el norte de África y de allí se exportaba a Europa desde el puerto marroquí de Tánger. Por esa razón, se la conocía como naranja tangerina hasta que se dejó de lado naranja y se la denominó apenas con el gentilicio. Lo mismo ocurrió en inglés, idioma en el cual la fruta era primero llamada Tangerine orange y, más tarde, simplemente tangerine.
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