Real era el nombre de la moneda de plata equivalente a la octava parte de un peso fuerte, creada en 1497 por Fernando de Aragón e Isabel de Castilla como divisa del reino unificado de España. Tras el Descubrimiento de América y la expulsión de los moros de Granada, los Reyes Católicos impulsaron una vigorosa expansión del reino español, que se extendió por el norte del África y alcanzó parte de Italia, para convertirse así en el primer gran imperio de los tiempos modernos. El real creció junto con el reino, y las fabulosas riquezas que muy pronto empezaron a llegar desde México y el Perú fortalecieron considerablemente la moneda española, cuyo nombre fue usado más tarde para designar a la divisa de Omán y de Yemen --ria--, como asimismo a la de Arabia Saudí y de Qatar --riyal-- y, en tiempos más recientes, al real brasileño, creado en 1994. Etimológicamente, el nombre de la moneda proviene del latín regalis, que significa ‘real’, ‘regio’, ‘digno de un rey’. Pocos años después del surgimiento del real, en 1516, en el condado de Joachimstahl, territorio de la actual República Checa, se creó, a imagen y semejanza de la divisa española, el ‘tálero’, una moneda que circuló en Europa durante dos siglos y medio antes de llegar a los Estados Unidos, donde sufrió una alteración fonética que llevó a dólar*.
|