Aunque no procede del latín, esta palabra ya estaba incluida en el Diccionario latino español, de Antonio de Nebrija, con el significado de ‘huerta’. Jardín llegó al español en el siglo xv, como calco del francés jardin, diminutivo del francés antiguo jart ‘huerto’ y esta, del franco gart ‘cercado’, ‘espacio delimitado por una cerca’.
El vocablo alemán Garten también se derivó directamente del franco, que era una lengua germánica, sin pasar por el francés, que, no obstante, dio origen no solo a nuestro jardín, sino también al italiano giardino.
El descubridor Cristóbal Colón al tropezar en uno de sus viajes con un pequeño grupo de islas las bautizó “jardín de la reina”, como cuenta en este pasaje de sus memorias:
Determiné de seguir adelante y navegué ansí entre estas canales entre estas islas, las cuales heran más ásperas que en el jardín de la Reina, y ansí llenas de árboles verdes y hermosos, y de aves.
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