El prefijo latino pro- tiene el sentido de ‘ir hacia delante’, como en promover o de ‘saber qué va a ocurrir más adelante’, como en pronosticar, o de ‘dejar algo para más adelante’, como en prorrogar. También puede referirse ‘al que va adelante, a ocupar el lugar de quien estaba allí’, como en procónsul o en prosecretario.
Veamos algunos otros ejemplos:
Profano. Palabra formada por pro- antepuesto a fanum ‘lugar sagrado’, ‘templo’. Los latinos tenían la palabra templum para denominar lo que nosotros llamamos templo, en el sentido de un edificio destinado a adorar a un dios. Fanum era más bien un lugar sagrado, independientemente de que allí se hubiera construido o no un templo.Profanum era para los romanos ‘el que permanecía fuera de los lugares sagrados por no tener derecho de entrar en ellos’.
Profundo. De profundum, palabra formada por pro- seguido por fundum ‘fondo’, alude a ‘algo cuyo fondo está lejos, alejado de la superficie o de la abertura’.
Promontorio. De promontorium, ‘monte que avanza sobre el mar y sobresale de las aguas’.
Pronunciar. Palabra en la que el prefijo pro- se antepone a nuncius ‘mensajero’, para dar el sentido de ‘hacerse oír públicamente’.
Protuberancia. Palabra formada con tuber, tuberis ‘excrecencia’, ‘hinchazón’, ‘tumor’.
Propagar. El prefijo pro- se antepone aquí a pagare, una deformación de pangere ‘plantar’, ‘fijar en un lugar’. Propagare significó en su origen ‘plantar brotes para multiplicarlos’ y más tarde, ‘distribuirlos uno cerca del otro’. Cicerón y Lucrecio decían propagare genus con el sentido de ‘propagar la especie’
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