Es el nombre que se le ha dado a la cantimplora* de los soldados en la provincia española de León y en algunos países sudamericanos. La palabra fue adaptada del francés carmagnol, que se aplicaba a los soldados de la I República Francesa, quienes usaban este utensilio. Estos militares se llamaban así debido a la chaqueta que lucían, conocida como carmagnole porque recordaba una prenda similar que habían vestido los jacobinos en la Revolución francesa. La chaqueta había tomado su nombre de la ciudad italiana de Carmagnole, situada en una región de Piamonte, cuyos campesinos solían usar esa prenda como traje de ceremonia.
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