El diccionario de la Academia registra esta palabra como sinónimo de encarcelado y, en efecto, recluso es un adjetivo formado a partir del participio pasivo del verbo recluir, que significa, precisamente, ‘encarcelar’.
Sin embargo, reclusos están también los monjes o monjas en conventos o monasterios, como vemos en este texto de Benito Jerónimo Feijoo en Teatro crítico universal (1739):
Exorcizaba como a tales algunas mujeres del Lugar donde era Cura. Averiguóse la fraude, y Barré fue privado del Curato, recluso en un Convento; y las mujeres condenadas a prisión de por vida. Esto es hacer lo que Dios manda.
Recluso proviene del latín tardío recludere, formada por el prefijo re- ‘cabalmente’, ‘completamente’ y claudere ‘cerrar’.
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