Significa 'limpio, pulido, de aspecto inmaculado', y está atestiguado en nuestra lengua desde 1438.
Terso se deriva del latín tersus, que es el participio pasivo del verbo tergere 'pulir, limpiar, bruñir frotando' y, en sentido figurado, 'perfeccionar'. A partir del verbo tergere, se formó también en nuestra lengua la palabra detergente 'sustancia empleada para limpiar'.
Francisco Umbral usó la palabra terso, metafóricamente, en su novela Mortal y rosa (1975):
Debes cuidar entonces, cuando el espejo gime, la perfección del aire,terso como el futuro, y desflorar despacio, con luz entre los ojos, a la criatura agreste de garras y de llanto.
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