Una de las primeras victorias francesas durante la guerra de los Siete Años (1756-1763), librada contra los ingleses, fue la conquista de la isla de Menorca, en las Baleares, hasta entonces en manos de los británicos, que se la habían arrebatado a los españoles en 1708.
El 17 de abril de 1756, los vigías ingleses de Menorca avizoraron en el horizonte 197 velas: era la flota francesa comandada por el almirante La Galissonière, en cuyo buque insignia, el Foudroyant, llegaba el duque de Richelieu, Louis François Armand Vignerot du Plessis (1696-1788), que sería el comandante de las fuerzas de desembarco.
Una vez conquistada la isla, el duque de Richelieu probó en Puerto Mahón, la capital de Menorca, una salsa que los nativos usaban para sazonar pescado, hecha con aceite de oliva y yema de huevo. La salsa le gustó tanto que llevó la moda a su país con el nombre de sauce mahonnaise ‘salsa de Mahón’, que no tardó mucho en ser conocida en los países hispanohablantes como salsa mayonesa en unos y como salsa mahonesa en otros.
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