Raza ovina caracterizada por ‘el hocico grueso y ancho, la nariz con arrugas transversas y la cabeza y las extremidades cubiertas, como todo el cuerpo, de lana muy fina, corta y rizada’ (DRAE).
La palabra se formó probablemente a partir del acusativo del acusativo romance maiorinus, derivado del latín majorinus 'mayor', adjetivo que en la Edad Media se aplicó también a las autoridades, en particular a los jueces que se ocupaban de temas vinculados con el uso de los pastos y la trashumancia de los ganados, algo que los jueces menores no podían hacer. Los jueces maiorinus eran designados directamente por el rey, a diferencia de los magistrados menores, que podían ser nombrados por autoridades delegadas.
Sin embargo, Corominas menciona otra etimología posible: que, como nombre de un tipo de ovinos, pueda tener origen en el nombre de la tribu africana benimerines, a quienes los ganaderos peninsulares solían adquirir ovejas berberiscas para mejorar las razas autóctonas.
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