La bruma es un fenómeno meteorológico consistente en la suspensión de partículas diminutas de agua u otra materia higroscópica que entorpecen la visibilidad sobre el mar; en ese sentido, es una forma particular de la niebla, puesto que esta puede producirse también en tierra.
Bruma significaba en latín ‘solsticio de invierno’, que ocurre en el hemisferio norte alrededor del 21 de diciembre; sin embargo, no es en esa época cuando la niebla se hace más intensa sobre las aguas del Mediterráneo, sino entre octubre y noviembre, cuando la bruma se hace más densa. La palabra proviene de la raíz indoeuropea mreghu ‘corto, breve’, porque los días son más cortos alrededor del solsticio.
Por esa razón, los revolucionarios franceses llamaron brumario, en su calendario republicano, al mes que iba desde el 22, 23 o 24 de octubre hasta el 20, 21 o 22 de noviembre. Una fecha célebre de la historia es precisamente el 18 brumario del año VIII (9 de noviembre de 1799), cuando Napoleón Bonaparte dio el golpe de Estado que, para los historiadores, marca el final de la Revolución Francesa.
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