Adefesio se deriva de la antigua locución ad Efesios, que proviene, a su vez, de las palabras latinas ad Ephesios 'a los habitantes de Éfeso', nombre de una epístola de san Pablo en la que se aludía a las penalidades sufridas por el santo durante su peregrinación a esa ciudad del Asia Menor.
Durante el tiempo en que permaneció en Éfeso, san Pablo corrió serios peligros y estuvo a punto de ser asesinado por el populacho, incitado por mercaderes que vivían del culto a Diana Artemisa.
El Diccionario histórico de la Real Academia se hizo eco de una leyenda etimológica: un sacerdote iba a leer una de las epístolas a los corintios, pero tomó, por error, la que san Pablo había dirigido a los efesios. Según esta creencia, hoy descartada, esa es la razón por la cual las afirmaciones equivocadas se llaman adefesios.
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